EL SOMDRERON.Una de las leyendas más conocidas sobre este personaje de la cultura guatemalteca y ademas también es muy conocida en Aguadas, Caldas dice así: Una noche El Sombrerón caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le llevó serenata una y otra noche, pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El Sombrerón. Llevó a su hija a un convento creyendo que ahí iba a estar mejor, pero la niña siguió sin comer y un día despertó con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese día murió. Luego en el velorio, apareció El Sombrerón llorando y sus lágrimas eran como cristales. También se cuenta que les hace trenzas a los caballos y mulas...Se cuenta también que este espanto a parte de enamorar a muchachas jóvenes, gusta por cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en las noches agotándolos. Por ello, las bestias durante el día no cumplen las tareas sumado a que se vuelven hostiles con las personas, los campesinos y finqueros al ver este comportamiento buscan si el Sombrerón no les ha hecho trenzas en la greñas. Si es así, el animal ya no sirve para tareas... Una forma de saber si el Sombrerón está haciendo de las suyas en fincas y casas, es colocar ya sea cerca de un balcón de casa o cerca de los establos una silla y mesa de pino recién elaboradas, junto a aguardiente y una guitarra en noche de luna y deben guardar silencio todas las personas, sólo así se escuchará la guitarra y los cantos del Sombrerón. Al Sombrerón le atraen las muchachas de pelo largo y ojos grandes, por ello, cuando se sospecha que está tras una joven se le debe cortar el pelo a esta para que el Sombrerón desista...
[editar]El Sombrerón en MéxicoEspectro característico del estado de Chiapas. Antes de que aparezca, normalmente se ve un relámpago y se escucha música de armónica. El Sombrerón viste un traje de charro blanco, adornado con botonadura y galones de plata, y lleva espuelas del mismo material... Montado en su caballo blanco recorre la zona tocando su armónica; la música tiene un efecto casi mágico en el ganado, que lo sigue tranquilamente y se deja meter sin problemas en los corrales. Una vez que los animales están guardados y las puertas debidamente cerradas, El Sombrerón se aleja a trote ligero o haciendo cabriolas en su corcel. A la mañana siguiente, los rancheros encuentran una fogata apagada, la colilla de un puro hecho con hojas de guarumo y huellas de botines y herraduras, que son un testimonio indiscutible de que El Sombrerón estuvo en el sitio... LA TATUANA
El toque místico de nuestra cultura
Las leyendas viven en la tradición oral con toda la frescura que tuvieron en tiempos pasados, cuando algunos historiadores las recogieron y consignaron. Con una estructura propia, en ellas se recopilan las formas de pensamiento colectivo de un pueblo, en este caso de la ciudad de Guatemala. El escenario de las apariciones de espantos han sido los barrios con sus calles empedradas, los tanques y algunos callejones. Los vecinos de la Nueva Guatemala, afirma el historiador y antropólogo Celso Lara, comentan que se han bañado en los búcaros coloniales, han gritado a la vera de los barrancos y han hecho ruido con sus casquitos de cabra en el empedrado de las calles antiguas. Hoy, el Cadejo se resbala en el asfalto de sus calles, la Siguanaba no encuentra un tanque donde bañarse con su guacal de oro. El lamento de la Llorona se pierde entre el ruido de los motores de los automóviles, la música de los radios y la violencia exportada de los televisores. Sin embargo, en algunos barrios todavía hay quien asegura haberlos visto, concluye el historiador y antropólogo Celso Lara. Desde la fundación de la Nueva Guatemala de la Asunción, los vecinos aseguraban haber visto una serie de espantos. “Comentaban que se aparecía la Siguanaba, el Cadejo y la Llorona. Otros, en cambio, asumían que en las carretas usadas en el traslado desde Santiago, se habían colado la Tatuana, el Tzizimite y otros muchos aparecidos que quitaban el sueño”, asegura el antropólogo Miguel Avendaño. Estos personajes, clásicos en los países hispanoamericanos, adquieren características locales cuando los habitantes cuentan sobre ellos. En este sentido la tradición oral juega un papel unificador cuando estas hi |
LLORONAExisten innumerables relatos a través del mundo, sobre La leyenda de la Llorona, muchos países como México, Paraguay, Venezuela, Chile, narran historias acerca de “La Llorona” y Perú no es la excepción.
Todos coinciden, en que “La LLorona”, es una mujer joven, de contextura delgada, que asesino a su hijos, por un desengaño amoroso, obviamente las razones y las circunstancias son propias de cada país, pero hay que admitir que el caso peruano se presenta a la fecha, en distintas calles del Centro de la capital, dónde escuchar a “La LLorona”, es común, es tormentoso, lo que origina que miles de familias viven aterrorizadas y en algunos casos, ya se hayan acostumbrado a ella. Cuenta la leyenda, que “La LLorona”, se llamaba alguna vez, Carla Tuesta de Soldevilla y Rosario de los Santos, está señorita, era hija de un gran hacendado Limeño, este hacendado Limeño, era muy poderoso, y rico, por ello, le brindaba los mayores lujos, a su hija Carla Tuesta de Soldevilla y Rosario de los Santos, la misma que después recibiría el nombre de “La LLorona”, pero esta era más bien una muchacha muy sencilla y hermosa, cándida al extremo, llena de amor y alegría que iluminaba la vida del gran Hacendado. Aquella muchacha de mirar candoroso y lleno de ternura, al transcurrir del tiempo conoce y se enamora de un joven que por esos tiempos conoció, el mismo que desde la primera vez que se conocieron le juro amor eterno. No transcurrió mas de 1 año, en que Carla Tuesta de Soldevilla y Rosario de los Santos, conociera a este muchacho y de forma intempestiva, fallece su padre producto de un paro cardíaco fulminante. Ella se encontraba muy enamorada de él muchacho, por ello accedió, a que él la ayudará con los menesteres de los grandes Negocios que manejaba su padre. Los años, iban pasando, los negocios prosperaban, y cada día el muchacho que hasta ese entonces era el novio de Carla Tuesta de Soldevilla y Rosario de los Santos, no daba signos de formalizar su situación con ella, a pesar que ella le había dado 3 hijos, por el contrario, cambio su trato, era parco, malcriado y no demostraba ningún respeto por Carla. LA HIJA DE LA TATUANA
Extraña mujer ¡La Tatuana! ¡Llegó al Reino de Goathemala en un barco que no arribó a ninguna de sus playas!.
Paró en el Mesón de San Agustín, como era costumbre lo hicieran los fostareros en esos tiempos. Luego paseó su arrogancia y su belleza por las calles de la segunda ciudad colonial de América, en las cuales le formaban valla la admiración de empolvados marqueses y condes que la colmaron de piropos y galanterías. Y después, como una avara, la fue a encerrar tras las cuatro paredes de una casita del barrio de la Parroquia Vieja. El vecindario la recibió con rayana indiferencia. Indiferencia que se tornó en el más acendrado de los odios el día en que lo formaban se dieron cuenta de que la misteriosa extranjera había convertido su mansión en templo de placer y vicio. ¡Y era cierto que la había convertido en tal! Los umbrales de su casa eran atravesados todos los días, a la hora en que el cielo principia a tachonar las lentejuelas su bello manto azul, por esbozados y misterioso caballeros, y por alegres mujerzuelas que no se retiraban de ella, sin hasta que las tímidas luces del alba caían sobre Santiago de los Caballeros, tras una noche entregada a la música, al vino y al amor… Pero un día, en lugar de los esbozados caballeros y de las alegres mujerzuelas, llegaron a la casa del Barrio de la Parroquia Vieja dos corchetes. Cautelosamente golpearon con los nudillos las puertas que siempre franqueaban a la gente alegre. Esperaron un instante. Y al cabo de la espera salió a hacerlos pasar la extraña mujer que con sus escándalos y fiestas tenía alarmados a todo el vecindario. La belleza enigmática de La Tatuana les hizo enmudecer. Y, sin cruzar con ella una sola palabra, pusieron en sus manos, blancas como los sagrados corporales, una orden que leyó sin inmutarse. Se lo conminaba en ella a darse presa en virtud de que el Tribunal del Santo Oficio había acogido una acusación en su contra por gravísimo delito de hechicería. La Santa Inquisición daba por cierto el delito, fundándose en una sola prueba: ¡Que la Tatuana había Llegado al Reino de Goathemala en un barco que no arribó a ninguna de sus playas! Por sus labios sensuales no pasó la menor voz de protesta. Cuenta la leyenda que por todo comentario dijeron: -¡Esto tenía que pasar! ¡Son los resultados de que esta mañana cuando volvía de Chinautla el piche me haya cantado por atrás! ¡Y se dejó sorprender! Y la noche de ese día, y las noches de las siguientes, ya nos pasó rodeada de apuestos y libertinos caballeros, ni de música, ni de vino, ni de alegría; sino de la soledad, que junto con ella etaba encerrada en un lóbrego calabozo de la Casa de Recogidas. Es 24 de diciembre de 16… hace ya mucho rato que los indígenas de Mixco y Chinautla han llegado al |
EL CADEJOEl cadejo es un animal legendario de la región mesoamericana extendida entre las zonas rurales e incluso urbanas de Centroamérica. Se dice que es un mítico perro (o dos perros) que generalmente se le aparece a quienes deambulan a altas horas de la noche y al cual se le atribuyen poderes misteriosos.
Representación del Cadejo. Las diferentes versiones de la leyenda en Centroamérica describen a un cadejo blanco y uno negro (generalmente benigno y maligno respectivamente), o simplemente un solo cadejo negro (generalmente benigno). La leyenda del Cadejo es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo humano posee un animal de compañía. Este mítico animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo. En la actualidad, se puede establecer comparaciones de lo anterior con el pensamiento cristiano, que expresa que el hombre tiene un ángel guardián que lo protege de los peligros. La creencia supone la existencia de un animal compañero para cada hombre. También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienhechor guardián de los caminos. Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; y en la versión de dos cadejos, el blanco lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados en el cadejo negro, color tenebroso que simboliza la muerte, o sea, el mal en todas sus manifestaciones. EL CABALLERO SIN CABEZA
Me he preguntado muchas veces cual es la verdadera historia sobre el jinete sin cabeza; pues he visto películas, leído libros y ademas las leyendas escritas por Internet sobre este personaje pero aun sigo con esa duda.
La primera historia narra sobre un muchacho que se enamora de una bella doncella, pero a su vez, dos hombres se peleaban el supuesto amor de esta. La bella doncella corresponde al amor que este muchacho tenia y deciden escaparse juntos para poder vivir felices. Estos dos hombres malos se unieron y un día decidieron ir hasta donde los jóvenes enamorados se encontraban y decidieron cortar su cabeza. Fue así como el muchacho convertido en “un jinete sin cabeza” decide vengarse de estos dos hombres cortando-les la cabeza también NOCHE DE BUJAS
Seis monólogos puestos en escena. Locaciones repartidas dentro de un mismo espacio. Espantos, a cargo de la agrupación teatral La Compañía del Crimen, propone una forma de hacer teatro diferente. Las historias de La Siguanaba, La Llorona, El Sombrerón, El Cadejo, La Tatuana y El Duende tomarán las luces del Paraninfo Universitario hoy.
El programa se inicia con un recorrido dentro de los jardines del Paraninfo, en donde las historias comunes cuentan que espantan. “Allí se encontraba la morgue de la Escuela de Medicina”, explica Claudio Valerio Gaetani, el escritor de cinco de los monólogos, “y mientras que las guías explican un poco la historia del lugar, el grupo encontrará los diferentes espantos que recitan sus monólogos, apareciendo y desapareciendo durante el recorrido”. Por medio de esta técnica se permite que el público sea protagonista vivencial de la experiencia, así como partícipe activo del recorrido creativo y no un simple espectador. Para Gaetani, esta no solamente es una forma diferente de hacer teatro, sino que permite al mismo tiempo reconocer “que la ciudad nos pertenece, y que los espacios que existen pueden ser apropiados en forma culturalmente funciona |
SIGUANABA
Originalmente llamada Sihuehuet (mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tloloc, del cual resultó embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (mujer horrible). Ella sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, daría vuelta y se convertiría en un ser horrible.
El dios la condenó a vagar por el campo, apareciéndose a los hombres que viajan solos por la noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador, lavando ropa y siempre busca a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios Tlaloc, como sufrimiento para ella. Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres enamorados, a los Don Juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de la noche, o a orillas de ríos según otras versiones. La ven bañándose con Guacal de oro y peinando su hermoso cabello negro con un peine del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón. Dicen las tradiciones que el hombre que la mira se vuelve loco por ella. Entonces, la Siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta un barranco. Enseña la cara cuando ya se lo ha ganando, su rostro se vuelve como de muerta, sus ojos se salen de sus cuencas y se tornan rojos como si sangraran,su antes tersa y delicada piel se torna arrugada y verduzca, sus uñas crecen y suelta una estridente risa que paraliza de terror al que la escucha. Para no perder su alma, el hombre debe morder una cruz o una medallita y encomendarse a Dios. Otra forma de librarse del influjo de la Siguanaba, consiste en hacer un esfuerzo supremo y acercarse a ella lo más posible, tirarse al suelo cara al cielo, estirar la mano hasta tocarle el pelo, y luego halárselo. Así la Siguanaba se asusta y se tira al barranco. Otras versiones dicen que debe agarrarse de una mata de escobilla, y así, cuando ella tira de uno, al agarrase la víctima de la escobilla, ella siente que le halan el pelo. Esta última práctica es más efectiva, ya que es el antídoto propio que contrarresta el poder maléfico de esta mujer mágica. Un método funcional al observar a una mujer en el río sin saber si es la Siguanaba, consiste en gritar tres veces seguidas: "No te vas a ir María pata de gallina"; si es la Siguanaba se asustará y se lanzará al barranco, si no era ella te dirán que sos un loco; pero se te pasara el susto. SALE AFUERA EL FANTASMA
En esta sala se pueden observar grilletes, cadenas, chicotes y látigos que se utilizaron en la época colonial para castigo de los presos. También se encuentran dos figuras para indicar que allí se encarcelaron tanto hombres como mujeres.
El Palacio del Ayuntamiento se utilizó como cárcel colonial hasta 1955. A partir del año siguiente, esa área se ha utilizado para la exposición del Museo d |